Los límites de la tolerancia

jueves, diciembre 06, 2007

Odio al mono

Sí, odio al mono. No al mono en general, claro. Odio al Gibón. Al Gibón Valiente. Sí, así, con mayúscula. Porque me estoy refiriendo, efectivamente, al Gutsy Gibbon, la versión de Ubuntu que tanta ilusión me hizo cuando salió. Pero mi ilusión se trocó en desazón cuando, después del proceso de instalación, se negó a instalar el Grub. Eso del grub es un programa que instala un menú que aparece al principio, cuando se acaba de arrancar el ordenador: le da a uno la opción de elegir entre los diversos sistemas operativos que haya instalados en el ordenador. Tuve que volver al Cervatillo Determinado, el Feisty Fawn. Pero desde hace un par de días tampoco me funciona bien. Por eso he vuelto a instalar el más robusto de los sistemas operativos: el Debian. Es una versión de linux con más programas que ninguna otra, unos doce mil diferentes. Es un poco incómodo de utilizar, si bien no tanto como Windows. :-) Un saludo.